sábado, 2 de julio de 2016

Modales

La cucaracha corría por el piso esquivando mis muros, este juego podía durar horas cuando se jugaba bien y requería de una astucia increíble. Sin embargo después de un tiempo,  al igual que muchas cosas que están aquí abajo dejo de interesarme, y volví rápidamente a esas locuras de mi mente… pensamientos sobre como mis compañeros me traicionaría y me delatarían. El dilema del prisionero creo que se llama, en donde dos prisioneros se ven finalmente, por desconfianza forzados a admitir el crimen. Sin embargo aquí no había ningún crimen que confesar, había sido solo un comentario lo que había desencadenado esto, aunque en mi defensa todos me apoyaron cuando lo dije.
A veces cuando la gente está muy metida en sus tonteras no se da cuenta de lo que pasa alrededor suyo. Y que tonelada de cosas estaban pasando! Padre había hecho obligatorio la vestimenta y todos debíamos portar una chapita en la solapa de la chaqueta con nuestro animal guía. Ahora me parece un tontera eso de la revolución. Porque debería YO, luchar por los cambios que los otros no hacían? Ahora estaba aquí encerada por lo que hicieron otros, pero para ser sinceros también a causa de algo que dije.
 Deberían decir esto en algún lado; tratar de cambiar las cosas solo las empeora. Me acuerdo cuando Galileo se sacó su chapa y la fue a tirar al inodoro. Madre estaba tan furiosa que cuando la recupero, se la cosió al pecho con hilo curado, “Asi cada vez que respires la sentirás dentro de ti “ –dijo–. Me acuerdo como lloraba en las noches porque no podía dormir, en el almuerzo siempre me decía que ahora soñaba despierto y podía ver las estrellas de día. Tonteras pensaba yo, este está loco… pero ahora que estoy yo aquí,  pienso que no estaría nada mal volverme loca y así poder ver las estrellas.


Mis compañeros me delataron y ahora estoy muda. Madre me saco la lengua porque dijo que no sabría usarla nunca y estaba demás. Sinceramente no sé si sea tan cierto lo que dice Madre, a mí me gustaba mi lengua, podía hablar y cantar. Aunque por otro lado siento que ahora estoy escribiendo verdaderamente bien. Es como si se me hubiera metido el bicho de las letras en mi cabeza, pienso algo y ya está en papel. El otro día le escribí una carta a David diciéndole lo dulce que eran sus ojos y el muy galán llego y me dio un beso… Pueden creerlo, un beso!


Me metí en problemas por lo de la carta a David. Padre, pese a mis protestas me arranco el bichito de cabeza y lo aplasto de un pisotón. Crack.



Ayer después del almuerzo salimos al patio a cultivar la huerta. Con Marie decidimos subirnos a lo más alto del Castaño a ver si podíamos ver el circo que había llegado. Ella dice que vio un elefante en un trapecio, pero yo solo vi una vaca gorda tirando un carro con Leones. Me gustaría estar en el circo y hacer de trapecista creo que sería estupenda en eso.

Otra vez las cague. Nos pillaron bajándonos del Castaño y tremendo reto que nos ha llegado. A Marie, Madre le ha sacado la lengua por mentir sobre el elefante, y a mí me van a llevar al doctor. Dicen que ya no saben qué hacer conmigo y que es mejor que un especialista me revise.
El doctor me saco los ojos! Dijo que los usaba demasiado y que descuidaba mis otros sentidos. Menuda estupidez este doctor! El muy idiota debería tratar de curarme envés de estropearme. Y como este día infame no acaba, cuando llegue choque con la puerta y todos se rieron, incluso Padre. Pueden creerlo?

Me aburrí de meterme en problema asique decidí curarme a mí misma. Fui a la cocina y con uno de los cuchillos me saque el corazón. Padre no lo noto, por otro lado Madre me felicito y dijo que talvez me compraría la muñeca que tanto quería.

Espresar 

1 comentario:

  1. ¡Me encanta! Simplemente me encanta...una historia que deja entrever mucho, es una especie de momento...me intriga, y me dan ganas de saber más...al mismo tiempo, soy capaz de imaginarme toda la historia en mi cabeza, y eso es genial
    Nada que decir, muchas gracias, y sigue escribiendo así

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