jueves, 31 de marzo de 2016

Tarea n°1 Retrato


Entre a la sala y me encontré con más de veinte ojos mirándome, cada uno tratando de descifrarme con sus miradas;  ” Con esa carita esta vieja debe tener unos 50 años! ” , “Sus ojos muestran tristeza por un amor no correspondido”, “Debe ser seca para los pitos”, “Su padre era Mirista y su madre era la hija de un general de la junta”, “Fue ella la razón de porque García Marquez y Vargas Llosas se pelearon”, “Si o si es dueña de un escarabajo y un perro salchicha”…
Bueno, si tengo más de 50 años, 55 en realidad pero a aparte de eso mi vida no es tan complicada. Vivo en Ñuñoa cerca del estadio nacional, me gusta mi barrio siempre que no haya ningún súper clásico. La calle donde vivo tiene unos grandes Plátanos orientales que protegen el asfalto del sol de verano. Mi casa no es muy grande ni muy chica, vivo sola aunque no siempre duermo sola. A pesar de mi cabello rubio y tez blanca no nací en el barrio alto, soy del sur de allá por Osorno, pero mis padres se vinieron a Santiago cuando les quitaron las tierras durante la UP. En Santiago mi padre trabajo en la viña Macul y mi madre se trabajaba como secretaria en la contraloría. Hubo momentos duros y otros felices durante esos años, entre los últimos; me gustaba caminar entre los viñedos cuando acompañaba a mi padre en los fines de semana, me gustaba el sonido de los álamos al danzar con el viento, me recordaba el sur.
Fui al Carmela Carvajal y a misa todos los domingos hasta los 16, no vi un pene hasta los 18. Juan, mi primer novio, era un chico y colorín, nuestro amor fue corto y conflictivo al igual que el único sexo que tuvimos en la casa de una de mi compañera.
Me metí a estudiar arte en la chile, no me gusto, me cambie a derecho, tampoco me gusto, pero mis padre me obligaron a terminar la carrera. Durante ese tiempo conocí a Mario, mi primer esposo, a él le apasionaba la literatura, vivía de los cuentos y las novelas. De su mano salían poemas de amor que me atrajeron, me acogieron, y finalmente me rechazaron.
Deje los restos de esa burbuja y vague perdida por unos años entre el trabajo y la bebida. Fue en el dolor de mi corazón que finalmente encontré mi vocación. Comencé a llevar un pequeño diario de vida, anotaba mi dolor, mi enojo, y mi esperanza. El papel da cierta perspectiva a la vida, una lejanía difícil de percibir en la euforia del día a día.

Salí de la sala al igual que como había entrado; en silencio y con las miradas persiguiéndome. 


Gato Esférico.

4 comentarios:

  1. Encontré bastante interesante el punto de vista que ocupaste en el relato. Me gustó, aunque me hubiera gustado que aclararas la vocación que encontró, porque, a mí parecer, queda ambiguo.

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  2. Me gusta ese punto de vista...¡Los pensamientos de esas 20 miradas que intentaban descrifrarla me causaron mucha gracia! Un toque humorístico para una historia siempre se aprecia
    Me gusta mucho como narras...el problema de la vocación es algo que muchas veces no se toca, pero es tan real... me agrada también que lo dejes abierto ¿Es escritora? ¿Compositora? Esa apertura quizás nos hace identificarnos un poco más con el personaje, algo que siempre es una gran sensación

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  3. Me gustó! Cuento completo y redondo, con harto detalle, pero sin abusar. Bueno el drama de la mujer y todo lo que piensa, muy real

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  4. Sentí ante nada que tu cuento fue muy original, fue de ella aclarándose, leí con demasiado gusto, uno realmente siente que viene la verdad, que esta mujer se des-cubrirá al fin!
    Siento que tiene demasiado realismo y demasiado humor, uno la conoce y la entiende demasiado bien. Disfruté mucho este comentario: "vivo sola aunque no siempre duermo sola". Excelente, siento que aunque hiciste el ejercicio de observación e imaginación, se percibe más completo, como un 360° falso. Muy bueno. Como dicen arriba: completo y redondo!

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