domingo, 10 de abril de 2016

¿A quién vistes?

Te conozco desde que sé que no eres.
¿A quién representas? Dime, ¿a quién vistes?
¿Qué hay detrás de ti? ¿Acaso tú mismo?
¡Cómo me gustaría que te vieras! Siendo
todos los hombres menos tú;
todas las cosas, menos
tú mismo.

Eres accidente (en términos metafísicos):
eres en otro. Siempre en otro. Siempre otro…
¡Ojalá comprendieras! Descubrirías, acaso,
vestida de todas las otras, tu propia alma.
La hallarías preciosa, límpida, única:
sólo tuya, como nada, jamás, fue tuyo.
Desnudándola entonces, dotándola al fin de ser propio,
te la calzarías y te sentirías, por fin, un Yo.
Dejarías de ser todas las cosas menos tú,
para ser de una vez tú, de entre todas las cosas.
Comprendiendo que hasta entonces jamás habías sido,
correrías hacia mí y, por vez primera,

te abrazaría.

5 comentarios:

  1. Me encantó como tratas el tema de la valoración. Es muy cierto que debemos escuchar a los otros hablar de nuestras virtudes, para nosotros poder verlas.

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  2. Me gusta mucho el poema...como valorarse, la inclusión rápida de temas más profundos (como es el concepto de accidente), y a la vez, me provoca una cierta sensación de ternura, como si el hablante sólo quisiera que ese "tú" al que se dirige despertase, pero lo hace desde el amor, no la rabia....muy bueno, sin duda

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  3. Simpático. La única observación es simplemente que no entendí a simple vista "tu rollo", quizas le habría puesto más cuerpo para que quedara claro qué fue lo que te pasó. Fuera de eso, buenas analogías y buen vocabulario.

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  4. Cada palabra en su lugar, creo que dijiste perfectamente lo que necesitabas decir, ni más ni menos, me gustó mucho.

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