lunes, 18 de abril de 2016

Amigos


Oscuros soles se hacen ver. Los paraguas paran la lluvia momentáneamente. Ignacio Fortem va sin paraguas, desabrigado. Su piel pálida tiembla. Muchos creen que es por el frio, pocos conocen realmente por qué. Ve rostros conocido, a ninguno saluda. De un momento a otro, le sorprenden.

¿Qué te paso, Fortem, no eras tan vivaz? ¿Qué paso con el tipo tan alegre? ¿Lo mataste? -dice, Elías-

-Voy a ser vivaz – dijo Ignacio- cuando tenga un martillo para romper tu maldito cráneo.

Que hostil, querido amigo, -dice Elías- no recuerdo haber sido así contigo.

-Claro que no te acuerdas, hijo de puta, te metiste con la mujer que amaba.

¡Mierda!, Fortem, supéralo, nunca hablaste con ella, siempre te comportaste como un estúpido.

-Tenías…tenías que fijarte en ella…

¿Qué vas a hacer?, payaso drogón, ¿me vas a pegar?, ya hemos peleado antes, y tú no has salido bien.

Fortem, arremete con un golpe. Languidece instantáneamente ante la respuesta de su amigo. Tirado en el suelo, con su boca sangrante, escupe a la cara de Elías. Este no hace nada.

Fortem se levanta lentamente, escondiendo el dolor bajo su frio rostro.

-Mierda, ¿porque te metiste con ella? -dice gritando-. Somos amigos desde hace tantos años, hemos descubierto el mundo juntos, hemos disfrutado todo en mutua compañía, y tú, pedazo de mierda ¿me pagas así?, fui un tipo leal, nunca me metí con ninguna de tus conquistas.

¡pero, Fortem! -dice exaltado, Elías-

- ¡vete a la mierda, ya no eres mi amigo! -dice, Fortem-

Ella no era para ti-dice Elías-, no te vez, eres una mala persona. tú solo la harías sufrir. Yo la amo, nunca permitiré que la utilices.

-Admito que tengo mis problemas, pero ¿quién mierda eres tú para juzgarme?, tú perdiste la virginidad con una prostituta a los 15 años, fuiste el primero en alcoholizarse hasta la medula, ni hablar de otras cosas. Tú me metiste en todo esto, no vengas con que eres una buena persona porque te rehabilitaste. Yo…no tengo a mis padres, no tengo nada excepto mi gran billetera. Te odio, Elías.

-Ha, pero como es la vida, -dice, Fortem-  te cuento, querido amigo, me metí con tu hermana.

Te dije que no lo hicieras- dice, Elías, con incipiente cólera en sus ojos-

-Ella no sabe

¿Cómo que no sabe?

-No sabe. Creo que con eso lo digo todo

Elías extrae su bella cortapluma importada, con un sagaz movimiento la abre y la entierra en el brazo derecho del que fue su amigo del alma.

No me hagas reír, Elías de mierda, mátame, me da lo mismo. Yo ya corrompí la figura prístina de tu hermana, esas bellas piernas fueron tocadas por mis sucias manos, que pena que el tiempo no se pueda retroceder. Digo, por mí.

Elías, colérico, no puede controlarse, toma del cuello a Fortem, el hombre que lo aconsejo más de alguna vez, lo ahorco hasta dejarlo sin aire, pero antes que la muerte eclipsara los ojos de su amigo, decide dejarlo caer. El mundo está lleno de hijo de putas, y este, claramente, no es uno peligroso.

Prefiero dejarte acá, sé que mientes, no eres capaz de hacer nada, te conozco mejor que a nadie, eres débil.

-Está bien, “amigo”, tienes derecho a creer lo que quieras.

Vamos, imbécil, te voy a llevar a tu casa, no te voy a dejar tirado en medio de la lluvia. Abril es el peor mes.  

       



                                                                                                                                                                                                                           Ignacio Fortem

2 comentarios:

  1. Ignacio, quizás tu cuento me confundió un poco al principio, tuve que leerlo varias veces para entender lo que ocurría (en particular el inicio), pero esto puede ser cosa mía, porque lo leí tarde en la noche jajaja
    Cuando entendí bien todo...nada que decir, me gusta mucho la idea, esas relaciones de amistad que son, en alguna medida, tóxicas, siempre me han llamado la atención, y la forma violenta en que se desarrolla esta en particular me llama mucho.
    Me gustaría saber más al respecto de Fortem y Elías, sin duda. ¡Saludos!

    ResponderEliminar
  2. Querido Ignacio, las enemistades y rencillas entre amigos tarde o temprano siempre salen adelante, tal vez un golpe te estremece, pero más que aquello afianzan las amistades.
    En relación a la narrativa muy fragmentaria, clara y directa.

    ResponderEliminar