Nació
el 12 de Abril de 1994, el mismo día en que falleció su abuelo Antonio. De ahí
que la bautizaron con el nombre de Antonia.
Sus
padres tuvieron problemas para tener hijos, por lo que aquel nacimiento fue un
verdadero milagro.
Desde
la niñez, fue más rellenita que el resto, pero nunca fue tema para ella; se
quería tal cuál era: tenía claro sus defectos, y se esforzaba en erradicarlos.
Pero también sabía cuáles eran sus virtudes, y se empeñaba para que éstas
fuesen más importantes que sus vicios. Su vida era perfecta: confianza total
con sus padres, excelente alumna y muchas amistades.
Entrada
la adolescencia, comenzó a salir con hombres, y le gustaba interactuar con
ellos, de hecho, en tres años, tuvo dos pololos y 5 pinches. A todos ellos les
encantaba su forma de ser auténtica, sin importarle lo que el resto pensara de
ella. La Antonia siempre estaba alegre y se preocupaba por que todos los de su
entorno también lo estuviesen. Podías tener la mayor de las penas, pero con su
positivismo, y contagioso ímpetu por
vivir, te lograba sacar una sonrisa.
Todo
cambió drásticamente en unas vacaciones de verano. Yendo a bailar conoció un
muchacho del cual se enamoró profundamente. Pasaron toda la noche juntos, hasta
que al momento de la despedida, la Anto le pide el celular, pero él se niega ya
que no le gustaban las mujeres gordas. Ella se sintió ofendida, y no podía
creer que se había enamorado de alguien así.
Al
día siguiente, mientras meditaba lo que aquel muchacho le había dicho la noche
anterior, le informan que una de sus mejores amigas había muerto de un infarto,
por estar gorda. No pudo más de angustia y corrió a contarle a sus padres,
ellos trataron de consolarla, hasta que se calmó. En la noche, sus padres le
recomiendan hacer dieta para no terminar como su amiga. Nunca me perdonaré lo
ocurrido ésa noche…
Recuerdo
cuando era pequeña, y amaba las galletas. En ése instante era mi deber
preocuparme por ella, y le escondía los dulces. Otra de tantas, es que al
llegar de un cumpleaños de una de sus amigas, me comenta que fue quien más
dulces cogió de la piñata. En ése entonces tenía 10 años y pesaba 55 kilos.
Para cuidar su salud, debí esconder la bolsa de dulces y regalarla luego…
¡Siempre encontraba todo, era una detective profesional con la comida!
El
día del funeral, fue al féretro para ver a su amiga por última vez. En ése
mismo instante, se ve a ella misma ocupando el lugar de su amiga, y siente una
rabia inmensa con la gordura. Ése fue el clic detonante para emprender un viaje
sin regreso
Se
termina enamorando de las dietas, y prolifera su culto al cuerpo “ideal”. Ahí
dejó de ser mi gorda, la cual todos adorábamos y admirábamos. Antes, sus padres
nunca sospecharon porque siempre se las ingeniaba para pasar inadvertida. De
hecho, al verla adelgazar, sus padres no paraban de felicitarla, y sus amigas
de piropearla por lo bien que se veía delgada.
Ya a los 5 meses de dieta, parecía un
esqueleto andante, con apenas fuerzas para caminar. Sus padres, preocupados,
comenzaron a vigilar su alimentación, pero ella fue más astuta. En presencia de
ellos, familiares y conocidos, comía de forma normal, por lo que sus padres se
fueron relajando al ver que su hija estaba volviendo a una vida sana. Lo que
nunca sospecharon, es que se compraba, a escondidas, todo tipo de remedios
quema grasa y laxantes. Además, otro método que solía emplear para evadir la
ansiedad que le producía todo esto, era hacerse tajos en diferentes partes del
cuerpo, o vomitaba, como castigo por estar gorda.
Con tanta obsesión encima, y por sobre dosis
de medicamentos, mi querida Antonia, muere a los 22 años.
Siento
que todo fue mi culpa al incentivarla con las dietas desde pequeña, y obligarla
a adelgazar, en el peor momento de su vida. ¡Cómo no fui capaz de detectar su
enfermedad a tiempo! Ahora comprendo que pedía ayuda a gritos, pero no supe
escucharla.
Yo
fui la madre de una niña vencida por el culto, obsesivo, a la imagen corporal.
Blanca...como tratas el tema de los desórdenes alimentarios...me impresiona, me genera uno de esos dolores en el pecho de ver como algo terrible destruye la vida de alguien...me gusta el cuento, me emociona también...sigue así
ResponderEliminarHonestamente no se que decir... si esto fue "un rollo" tuyo, espero una buena explicación el martes.
ResponderEliminarAspectos técnicos, buena redacción y buena imagen (fácil de imaginar). Sin embargo, lo sentí demasiado como una biografía, no como cuento. De cualquier forma, me gustó.