lunes, 4 de abril de 2016

Aquí Pasa El Tiempo

"Siempre feliz. Cuantos años poniendo la misma cara a todo el mundo: a mi marido, a mis hijos, a mi madre, a mi hermana y hasta mi amiga de universidad que me cae mal. Yo no sé cómo no se han dado cuenta de que Josefina no está realmente satisfecha con su vida; ella nunca se imaginó que a sus 50 años ya tuviera la vida resuelta, sin ningún conflicto, y eso la tiene tremendamente inquieta por que la verdad, le encantan los problemas. No está contenta con que sus hijos ya estén recibidos y que su marido tenga un trabajo estable al fin como gerente de la empresa, no le da tranquilidad que su madre y su hermana vivan juntas por decisión propia, la verdad, no está tranquila con ella misma porque no intervino en esa decisión. Le desagrada el hecho de que su amiga de la universidad, amiga de hace 30 años sea tan mala leche; y lo que más la pudre por dentro, es poner la cara de que "aquí, no ha pasado nada" y lo peor, es que en eso radica su real problema: no ha pasado NADA en su vida desde hace 20 años.
Todos los días son iguales: se levanta a las 6.30, revisa su reloj y se da cuenta que ha dormido las mismas 6 horas a pesar de haberse desvelado, no le da mayor importancia más que un suspiro y va al baño. 7.30 y después de un kilo de cremas (hidratantes, reconstructivas, de día, de noche, etc etc) ya está lista; va a la cocina y toma desayuno rápido porque vienen los gemelos y como buena ama de casa, no les enseñó nunca a preparar ni un huevo. La infaltable avena desabrida con el multivitamínico ya es costumbre, al igual que la envidia al ver como sus hijos y marido comen con tantas ganas todo menos avena. Y así transcurre el día, en casa, en el súper, en la casa de María, luego en la de su madre y hermana, y finalmente devuelta al súper por si se le olvidó algo (la verdad, va sólo para matar el tiempo y tener algo que hacer). ¡Qué daría por haber trabajado al menos en lo que estudió! Ah, pero su madre, querida madre, la educó para ser dueña de casa y la dejó estudiar por "rebeldía". ¿Dónde quedaron esas ganas de ser distinta? Siente que las ha perdido, pero no es así: hoy día, haciendo hora en la casa, ve un anuncio de un postgrado en Italia. 6 meses. La conexión mano- cerebro se cortó y automáticamente pinchó el link y en 10 minutos ya tenía lista la inscripción. En 10 más, ya tenía los pasajes comprados para el próximo mes. No se dio cuenta y ya estaba haciendo la maleta y la lista de lo que le faltaba por comprar. Averiguo todo sobre Italia: clima, gente, idioma, horario, ubicaciones. Esa noche, Josefa no durmió, pero de ansiedad y emoción por esta rebeldía. Se reía sola pensando en que iban a desayunar sus hijos y quién sería la nueva víctima de su amiga María. Esta era la primera rebeldía después de muchos años"


Stephanie Rauch L.

3 comentarios:

  1. Me gusta mucho esa vida solucionada que describes, y como haces el quiebre a una persona que se da cuenta que realmente no quiere una "vejez tranquila"
    Sin duda, la vida sin incertidumbre pierde su atractivo...me agrada que el cuento presente esa realidad

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  2. Disfruté muchísimo el estilo-torrente. Fue cómo la parte frenética de la vida, cuando uno no es ordenado y estructurado, sino va pensando y va haciendo, el estilo del relato lo encontré totalmente cónsono e inteligente con esa sensación.
    Mi único recelo es que siento que uno alcanza apenas a saborear cómo es esta mujer, porque a veces resulta demasiado vertiginoso y porque parece que cuentas demasiadas cosas en poco espacio. Pero incluso con esta duda, me gusta el ritmo, me gusta el tempo, BAM, ya sabemos que ahora viene un cambio, ha hecho una pausa y un cambio y fuera, este personaje decidió cambiar su vértigo y disfrutar la vida.

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  3. Ah, y me llama la atención que acertaste más o menos con algunas cosas!!! Josefina y la historia de la amiga! genial!

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